HABLANDO DE LOS REPRESENTANTES A LA CÁMARA POR
CASANARE
Cada elección trae consigo una
lección, y vaya que sí. En las anteriores elecciones para la Cámara y el
Senado, el departamento eligió a dos representantes para la Cámara que carecían
de experiencia y conocimiento político profundo., se les otorgó el voto de
confianza con mucha esperanza; sin embargo, el tiempo ha sido el juez de sus
actos como dirigentes políticos inexpertos que no han estado a la altura de las
circunstancias.
Por su inexperiencia, podríamos
decir que simplemente fueron a "calentar la silla", ganándose un
sueldo en el Congreso, ya que su gestión ha sido prácticamente nula y poco
representativa para el departamento. Uno de los representantes se dedicó
principalmente a construir una imagen en redes sociales, donde solo se le ve
mostrándose y haciendo comentarios irrelevantes que no aportan nada al
bienestar del departamento. El otro representante, aunque ha formado parte de
la bancada de gobierno, no ha logrado obtener resultados significativos que
justifiquen su reelección.
En resumen, ninguno de los dos
estaría en condiciones de presentarse nuevamente ante el electorado del
departamento, ya que lo más probable es que ambos sufrirían derrotas
abrumadoras.
Estos dos representantes,
demasiado jóvenes para asumir un rol y una responsabilidad que exigen madurez y
conocimiento profundo del departamento, son un claro ejemplo de cómo la
política puede ser malograda por quienes no están preparados. Son jóvenes que apenas
transitan de la adolescencia a la adultez, y su comportamiento ha demostrado
que son vividores de la política, como diría Fernando Vallejo: bribones de la
democracia que derrochan dinero público y disfrutan de los beneficios que les
otorga su cargo.
Lo único que se sabe de ellos es
que viven a pleno derroche, participando en festejos nocturnos en la capital,
mientras que proyectos de ley o gestiones significativas para la región brillan
por su ausencia. Uno argumenta que no ha tenido apoyo del gobierno; el otro,
que ha tenido oportunidades pero no ha hecho nada con ellas. En últimas, como
dice el pueblo —y el pueblo es la voz de Dios—, ambos han sido un completo
fiasco.
El sentir generalizado en
Casanare es que su representación en el Congreso de la República ha sido
decepcionante. No contestan llamadas, sus Unidades de Trabajo Legislativo (UTL)
carecen del bagaje necesario, y las personas que los asesoran no tienen la
idoneidad ni la visión estratégica para guiarlos en debates de control político
o en el estudio juicioso y responsable de las reformas que cursan en el
Congreso.
En resumen, su desempeño ha sido
insuficiente, irresponsable y alejado de las necesidades reales de la región.
El pueblo de Casanare puede dar fe de que estos representantes no solo han
fallado en sus funciones, sino que también han traicionado la confianza
depositada en ellos.
Estos muchachitos no hicieron más
que ir de paseo al Congreso, disfrutando a costa de los ingenuos electores que
confiaron en ellos. ¡Qué lástima haber perdido cuatro años en el Congreso con
semejantes representantes! Para la próxima elección, debemos aprender la
lección: entre lo malo, hay que elegir a alguien con experiencia, conocimiento
y un bagaje claro sobre las necesidades del departamento. No podemos
permitirnos perder otros cuatro años con candidatos improvisados que vayan al
Congreso solo a hacer "el curso". La improvisación nos ha costado
demasiado.
Hoy en día, Vladimir Olaya ni
siquiera sale para un concejo municipal en Aguazul, y el representante Archila,
bueno, ya la gente de Yopal tiene mucho que decir sobre su desempeño. El Centro
Democrático, en sus próximas elecciones para el Congreso , debe ser mucho más
responsable en la selección de sus candidatos. Casanare necesita representantes
con peso, trayectoria y, cuando menos, un conocimiento básico del departamento.
No podemos repetir el error de improvisar como lo hicimos con Vladimir Olaya,
quien no solo decepcionó a los electores, sino también a su propio partido y a
quienes estuvimos a su lado apoyándolo desde el principio.
Vimos cómo poco a poco se fue
diluyendo como representante a la Cámara, perdiendo completamente su norte.
¡Qué lástima que un joven con semejante oportunidad haya fallado de esta
manera! La vida le brindó una oportunidad enorme de ser un representante digno
para Casanare, pero él prefirió desperdiciarla.
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