Carta a un amigo

 

  

                                                       REFLEXIONES PARA UN AMIGO

 

Hace unos años éramos unos niños, ahora adultos con varios de nuestros sueños cumplidos y muchos por realizar. No se amigó si alguna vez has evaluado los planes que hiciste, los que un día soñamos y lo que eres.

Hoy escribo con nostalgia de los buenos tiempos, de los tiempos difíciles y lo lejos que hemos llegado, desde nuestra humilde condición, luchando contra todo, con un inquebrantable espíritu de superación, con alma de gladiador.

Con el tiempo he comprendido que la vida es un culombio de vaivenes, una montaña rusa de emociones, esa ha sido mi vida.

He vivido en mi corta existencia, experiencias maravillosas e inolvidables, frustrantes, dolorosas, he podido alimentar mi ego, mis pasiones y mis aventuras.

Como podría iniciar a describirlas; que soy fruto del azar de la naturaleza porque entre millones de espermas fui el feliz ganador, que fui rechazado por mi padre desde mi concepción, que me reconocieron como hijo a los dos años y me alejaron de mi madre durante, cinco años de los cuales fueron un infierno, conocí los sentimientos como el odio, la venganza, el resentimiento y el abandono.

Pero la vida siempre me ha ofrecido nuevas oportunidades y regrese con mi madre. Mis primeros años de escuela fueron difíciles por mi condición de ser zurdo, sufrí el asedio y persecución de mi profesora por mi naturaleza, era un hijo del demonio por ser zurdo, mi peor experiencia fue: mi primer día de escuela. Ese día la profesora pidió que nos persignáramos, yo lo hice con mi mano izquierda, eso fue una blasfemia, una abominación que tenía que ser castigada y recibí una bofetada, recuerdo que me amarraba mi mano junto al pupitre para no la pudiera utilizar.

 

Hay capítulos de mi vida que desconocías, pero quería contarte los, tal vez por lo dolorosos no había tenido el valor de contarse los, me he volado tres veces, la primera cuando tenía cinco años y me le volé a mi primo porque no aguantaba su maltrato, la segunda vivía con mi papa y llevaba una vida de perros y mi única opción fue huir y la tercera me volé del lado de mi madre cuando tenía ocho años porque iba muy mal en la escuela y terminé en Sogamoso.

Los demás capítulos de mi vida los conoces a fondo, mis amores, mis odios y mis miedos. De lo vivido te cuento, siento muchos remordimientos por algunos de mis actos, no sé si sea el destino o fruto de mis errores y fracasos, pero lo único que he entendido que de cada fracaso o tropiezo que he tenido en la vida, lo he superado y vuelvo a pararme con más fuerza.

He vivido en la vida dos divorcios y una estafa suena como al título de una novela, hubiese querido no haber pasado por estas situaciones por mí, por mis hijos, pero ese es mi presente, tengo que asumirlo, afrontarlo y salir adelante.

De mis esposas te cuento: La primera la amé en su momento, el matrimonio, la maternidad y la monotonía destruyeron lo que tenía. Me dejé llevar por el idilio del poder, la adulación y el momento de mi vida pública, me falto la madurez, para llevar las oportunidades que me ofrecía la vida de la mano de mi esposa y la abandone a ella y a mi hija. Hay momentos de mi vida que siento dolores del alma, por las decisiones tomadas con ligereza e insensatez.

La vida con el tiempo se encarga de enseñarnos lecciones duras, pero constructivas que moldean tu carácter y te enseñara muchas cosas más para el futuro.

Mi mamá me decía: “la vida es una cajita de sorpresas y no sé qué penas y dolores llegarán a tu alma que vayan a afligir tu corazón, solo te pido que seas fuerte ante las circunstancias y valor para sobrellevarlas” y ¡así es! Amigo.

Mi segunda esposa: Me dejé llevar por sus encantos, su juventud, su ternura; pero como todo en la vida pasa, pero en este caso fue lo contrario, a ella el amor se le acabó la monotonía de la convivencia, a veces pienso que es la ley de la compensación de lo que una vez sembré y hoy se viene contra mí, la traición, son muchas cosas, que solo el tiempo me ayudara a decantar, esta catarsis de emociones.

De mis reflexiones pienso que me he esforzado por mejorar mi situación económica y descuide mi lado emocional, me puse metas, las logré y me quede sin sueños, no he sabido aprovechar las bendiciones que me ha dado la vida que mis resentimientos y odios hicieron de mi un hombre, prepotente orgulloso y petulante con más defectos que virtudes. He fallado en muchos aspectos de mi vida: como hijo, hermano, esposo y amigo

Olvidé mis orígenes humildes, no concebí los momentos de poder durante mi vida pública para servir sino para ser un vividor público, un bribón de la democracia diría Fernando Vallejo.

De mi vida loca le puedo decir: me divertí, volví a vivir, sentí muchas cosas que hacía mucho se habían marchitado en mi vida, fui lo más sincero posible con mis amigas de parranda, no les cree ilusiones ni expectativas, para no lastimarlas y aun así no faltó la que se sintiera utilizada y herida.

Descubrí que el facebook no solo es para escribir en el muro, sino para conquistar mujeres, que los tiempos cambiaron, que las mujeres son diferentes a las que conocimos en nuestros tiempos de conquista, como me dijiste un día, son unas diablas. Se comportan como hombres se acuestan simplemente por gusto y hartan como machos, de mis días locos te cuento me volví ligero soltando botones, broches, brasieres y bajando calzones.

 

Me deleité en los placeres del amor, me dejé llevar por caderas contorneadas, tetas voluptuosas y planas, la juventud de mis amantes disfruté el hecho de hablar así fuese estupideces, pero saciaban mis momentos de soledad. Aprendí que hay que vivir los momentos y gozarlos, porque no podía dar, ni esperar nada.

 

Me voy sintiendo las mismas sensaciones que sentí cuando me fui del llano para la capital a iniciar mis estudios superiores, siento los mismos miedos aun teniendo la seguridad económica como respaldo de mi nueva empresa.

Espero que mi vida te sirva de espejo o ejemplo para no cometer las mismas estupideces, fijar nuevas metas, proyectos y sueños con tu familia.

 

He entendido con el tiempo que tanto usted como yo hemos sido ambiciosos en lo económico, pero esta vez te pido que seas ambicioso en lo emocional. Me dirás ¿qué significa? Ser el esposo que nunca has sido, el papá que desean tus hijos, el hijo y hermano que nunca has sido.

 

Poco a poco he podido entender que todo lo que tienes en la vida es prestado, porque tu paso es fugaz, efímero y el tiempo pasa con tal rapidez que, si no fuera porque comparas las fotos de tu pasado, con tu presente no te darías cuenta de que estás envejeciendo.

 

Amigo, le escribo con el amor de hermano que le tengo, no es un hasta nunca es un hasta luego, porque nos volveremos a ver. Le escribí porque estás viviendo tu propio laberinto de la monotonía, cuida lo más valioso que tienes tu familia, si sientes que necesita ayuda búscala no espere que sea tarde, no te creas autosuficiente, porque a mí me pasó y cuando paso ya había sobrepasado los límites y las situaciones no tenían retorno.

 

No te afanes por el mañana, ni por el futuro, simplemente constrúyelo con cada uno de tus pasos en el día a día, eres una persona inteligente que sabrás extractar lo productivo de este mensaje que hoy te dejo.

 

Quiero despedirme regalándole este poema:

"Aquí en la noche que me cubre,

oscura como abismo de polo a polo,

les agradezco a los dioses que pueda haber

por mi alma inconquistable.

Al caer en la trampa de las circunstancias

no he sollozado ni he gritado.

Bajo los golpes del azar

mi cabeza sangra, pero está erguida.

Más allá de este lugar de furia y llanto

aguardan los horrores en la sombra,

y aun así la amenaza de los años

me encuentra y va a encontrarme, sin temor.

No importa que tan fuerte sea la reja,

Cuán cargado de castigo sea el decreto.

Soy el amo de mi destino;

soy el capitán de mi alma."

Autor: William Ernest Henley

 

Le deseo éxitos en su vida, porque la suerte, ya la tiene, le agradezco todos estos años de amistad, por ser mi confidente y compañero de aventuras, le pido perdón por las ofensas que le he causado, no quise despedirme personalmente porque iba a ser doloroso para mí, por mi fragilidad emocional.

 

 

 

Atentamente.

 

 

 

 

 

 

 

Su incondicional amigo